Con sólo 22 años, Joalin ha obtenido elogios que la mayoría de los artistas no logran en toda su vida. El sencillo dembow melódico y lo-fi de 2022, “Angelito”, tiene más de 3 millones de reproducciones y contando; apareció en el espectacular de Spotify Equal en Times Square, apareció en la portada de Scandinavian Vogue; y su legión de devotos seguidores (que actualmente ascienden a 3,2 millones en Instagram, 3,1 millones en TikTok y más de 3 millones de visitas en YouTube) siempre está anticipando su próximo movimiento.
Como las olas del mar, Joalin siempre está en estado de fluidez. La práctica creativa de la artista y bailarina nacida en Finlandia siempre se ha inspirado en el movimiento, ya sea en sus fluidas e impresionantes melodías pop, en su práctica de baile o en el movimiento constante de su colorida educación. “Me acerco a cualquier lugar junto al agua”, dice. “Es lo que me inspira”.
Al igual que su fuente de inspiración, las meditaciones de Joalin sobre el amor, el desamor y la confianza en uno mismo son conmovedoras y te abrazan. Con una inolvidable mezcla de pop, R&B y ritmos de reggaetón, se alterna sin esfuerzo entre falsetes etéreos y rap travieso, del inglés al español. Jaolin emigró a México con su madre a los diez años; Sus años de formación en la encantadora ciudad costera de Playa del Carmen la ayudaron a convertirse en la artista que es ahora.
Hoy, la estrella finlandesa-mexicana está encantada de compartir su nuevo sencillo, “La Chica-cá”, junto con un vídeo, que fue filmado en su Finlandia natal y que codirigió junto a Jean-Sébastian Degni.
En “La Chica-cá”, la artista y bailarina de 22 años abraza el poder de la vulnerabilidad. “La Chica-cá” sigue el viaje emocional de Joalin a través de los recuerdos de un pasado amoroso. “Estoy segura de que hice muchas cosas mal; Podría haberlo intentado un poco más”, susurra sobre teclas atmosféricas y un hipnotizante ritmo de dembow. “Hay mucha alma y sentimiento en mi música”, dice. “Dejo una parte de mí en las canciones”.
Sobre el vídeo, ambientado en un paisaje nevado finlandés, Joalin dice: “Este vídeo musical fue algo de último minuto y, para ser honesta, estaba un poco asustada por cómo terminaría, pero me gustó la presión. Me encantaba poder dirigir y actuar al mismo tiempo. Teníamos un equipo pequeño pero increíble y filmar el video musical fue súper divertido. Me estuve congelando el 80% del tiempo, pero yo fui la que eligió el lugar así que sufrí en silencio”.