Otro lado de Robot95, uno un poco más oscuro pero sin perder la esencia que lo caracteriza, con unos tonos a rock pero con un sutil hip hop acompañando.
El vídeo ilustra una infusión de estilos, como la colaboración misma. Basada en el formato 4:3 de los años 90s y 2000s, se buscó integrar al público de Javier Blake con este lenguaje visual propio de su generación.
Mientras que el dinamismo y los acentos juguetones dentro del clip caracterizan el lenguaje visual y branding particular de Robot95 y por último, para representar la esencia del proyecto de Bruses, se agregó el look and feel medio creepy pero siempre priorizando lo estético.
Acentuar todo esto fue fundamental para crear las bases del videoclip, parte de los toques especiales es el hecho de que todo el arte y diseño dentro del mismo fue hecho especialmente para el proyecto. La pieza audiovisual es acompañada de un desglose de emociones y de diferentes estados mentales a través de un abecedario dando un fondo extra a la letra de la canción, para que todxs podamos reconocer e identificar los momentos en los que se siente tocar base con tu sombra y pensamientos.
