DAPS vuelve con dos temas en su regreso más esperado

Cuando decimos que Daps  es versátil no lo decimos por decir; a las pruebas nos remitimos: los dos temas que acaba de publicar son muy diferentes entre sí y siguen sonando a Daps en todas sus dimensiones.

Lo interesante de este doble lanzamiento es que son dos temas que, aun diferentes, cuentan la misma historia desde el inicio hasta el desenlace. Sensaciones, miedos, dudas que casi toda la humanidad ha sentido al llegar a cierto momento vital y que acaba superando. En «SIN RUMBO», si analizáramos la canción frase por frase diríamos que es triste, pesimista pero más allá de esa impresión, funciona como un autodiagnóstico en el que Daps se desahoga dándose cuenta de su situación de frustración ante el futuro y a partir del cual decide iniciar un camino de superación y crecimiento personal. Es más bien una liberación. Mediante los sintes, bajos y la producción de syvl la canción consigue salir de esa percepción de pesadumbre y subir en beats y ánimo.

Ya pasado el análisis de la situación y en pleno ascenso del ánimo llega «DREAMWORKS». Es la toma de decisiones después del bucle de dudas y pérdida de rumbo. Por eso el ritmo marcial y su trasfondo disciplinario y luchador. Se apoya en sonidos orquestales con violines y órganos en contraste con lo digital y urbano. A los mandos de la producción ha contado con Xema Fuentes y PMP. Este tema habla de ser consciente de que uno mismo es su propio ‘ángel’ y tiene un camino que recorrer lleno de dudas, pero que con ambición y certeza se llegan a alcanzar los sueños.

Este juego oniria-realidad se muestra también en el arte de las portadas, obra de Lucas Criado (@doncriado) En las que imágenes de cuadros más clásicos se incluyen detalles del mundo de los videojuegos que solo los más familiarizados con ese sector serán capaces de encontrar y entender la relación.

Con Daps todo es simbología y contradicción; una simbología que cada uno podrá llevársela a su terreno y una contradicción entre extremos que no es más que la dureza de la vida misma en la que para llegar a estar bien habrá que haber pasado momentos peores.

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