En su álbum debut, “Caribbean All Inclusive Luxury”, la plurilingüe y aficionada del pop sin géneros, Jarina De Marco, te llama a una isla lejana donde la fantasía está a la orden del día y el ritmo no requiere protector solar. Como un helado derritiéndose, el remolino Caribeño de ritmos dub, reggae rebajado, y samba nos deja cautivos dentro de un mundo de diez canciones suaves y poderosas.
La muy sensual “Wanna get away to paradise?”, sirve como una invitación al mundo de De Marco, el que sutilmente te pone a flotar sobre las corrientes de agua salada. Lo que fluye por debajo del álbum le da paso a lo subliminal a través de sonidos de delfines y la familiar apertura de latas de refresco – cortesía del productor Jonas Karlsson y el co – compositor – productor Mediopicky. “Eléctrico” y “Pool Bar” tienen un brillo y ligereza que te harán buscar sombra debajo de un paraguas, mientras “Masa” y “Coca-Cola” sacian tanto tu hambre como tu deseo por una historia de amor capaz de descongelar un cubito de hielo.
La esencia seductora de la música, aunque con chispas de humor, te invita a considerar el proyecto como una amplia colección de canciones de amor – las colaboraciones del legendario Emmanuel Horvilleur (Illya Kuryaki) y el prometedor discípulo del movimiento urbano Dominicano Calacote, traen con ellas un roce varonil a la playa femenina de Jarina.
El sol siempre cae, aun en los días más calurosos, y los secretos de la medianoche en este resort sónico te envuelve suavemente. Canciones como “Y Te Vas” y “Boca Chica” revelan un lado emocional y vulnerable, mientras la disparidad entre clase y estatus subraya la muy alegre clave y los sintetizadores brillantes.
El personaje que interpreta Jarina, una turista en búsqueda de pasarla bien, es un ‘cosplay’, un “si solo” sacado de su propia infancia vivida en las costas de República Dominicana. Ella pregunta: ¿Qué significa estar atrapada en una isla, mirando a otros ir y venir tan libremente? ¿Ver la flor y nata del país únicamente disfrutada por los visitantes? Con confianza, ella reclama esta recolonización mientras nada de espaldas a través de su ironía; realmente no se puede ser “All Inclusive” cuando tantos son excluidos. Aún así, ella elige alojar esta historia profunda dentro de las páginas de un libro playero – su firma artística. Jarina De Marco cree firmemente que “la buena música de protesta, no se siente como música de protesta” y “Caribbean All Inclusive Luxury” te da esa opción: flotar sin esfuerzo sobre su reluciente superficie, o sumergirte en su abundante oscuridad. Allí encontrarás la variación indeleble de este álbum – ninguna canción es igual a la otra y todas se te presentan como un collar de perlas en el fondo del mar.
