Santero y Los Muchachos presentan su Día de Muertos

El grupo de rock del año en España actuará en México por primera vez presentando su nuevo single, en el que devuelven a la vida sonidos de muertos ilustres de la música.

Santero y Los Muchachos, el grupo español de rock que más ha crecido en escuchas y en fans en España en 2023, se presenta en México el 28 de septiembre, y trae bajo el brazo Día de muertos, su último single. Igual que la tradición mexicana del Día de Muertos mandaba regar de pétalos de cempasúchil el camino desde la tumba hasta la casa del finado, la formación valenciana guía a los vivos por su canción a base de referencias musicales y líricas a difuntos ilustres de la música mexicana e internacional. Es, como debe ser, una maravillosa celebración conjunta entre las almas de los de acá y los de allá.

Con los mismos acordes de esa joya popular veracruzana que es La bamba, Miguel Ángel Escrivá, Josemán Escrivá, Soni Artal y sus “muchachos” devuelven a este mundo la prodigiosa pereza vocal del mejor y más fronterizo Willy Deville (Spanish stroll), resucitan el sonido crudo y natural de los norteamericanos Cake (Perhaps, perhaps) y recuperan para los vivos las armonías de voces de Los Panchos más clásicos (Me voy pal pueblo). En otros puntos de este camino musical regado de difuntos insignes que es el single Día de muertos, salen al encuentro del oyente los desgarrados arreglos de trompeta de Vicente Fernández (Volver, volver), el amor que no conoce límites de las rancheras de José Alfredo Jiménez (“Yo soy el viento en este mundo que te susurra al oído”, canta Santero y Los Muchachos) y los trazos tex-mex de la guitarra gringa de Ritchie Valens (La bamba). Pero todo, cómo no, con el sonido actual y exquisito del rock reposado (como le gusta decir al grupo) de Santero y Los Muchachos. Y con el mismo gusto por revivir el rock and roll clásico de The Guapos.

La letra relata la visita del protagonista ya fallecido a su amada, aún en vida, cada año para revivir su amor (“Bailemos entre huesos, claveles, crisantemos, y cada noviembre volveré y veré tu rostro envejecer”)… Un amor que, precisamente, surgió la noche de un Día de Muertos. Y, de nuevo, como referencia a la celebración mexicana, él pide a su mujer que lo espere cada 2 de noviembre “con tu pañuelo y tu vestido”, casi como una Catrina.

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